Desde que inició el programa en el mes de junio, más de 4 mil 800 personas han visitado
los lugares históricos que posee Codelco División El Teniente en la precordillera donde
destacan además el Museo Eléctrico, el Palitroque y la Escuela de Orfebres.
Con aperturas permanentes para la comunidad el último fin de semana de cada mes, el
Programa Conectándonos con Nuestro Patrimonio de Codelco División El Teniente ya
suma la visita de 4.800 personas a la Casa 100, la Población Central y sus instalaciones,
como el Museo Eléctrico, el Palitroque y la Escuela de Orfebres, en la localidad
precordillerana de Coya.
Vecinos y vecinas de distintas comunas de la región y el país han recorrido las
instalaciones, accediendo a la invitación de División El Teniente y la Fundación Sewell para
conocer la historia de la minería en Chile y la vida de las primeras familias que poblaron la
zona.
Cristián Sanhueza, director de Desarrollo Comunitario de El Teniente, explicó que “esta
apertura, que además es gratuita, se alinea con nuestra estrategia de desarrollo, la que
busca no solo la preservación de nuestros sitios históricos, sino también su activación. Al
promover las visitas fomentamos el turismo local, apoyamos a los pequeños
emprendedores del sector y promovemos la educación y la cultura en nuestra región”.
El arquitecto y director (s) de la Fundación Sewell, Simón Mckay, aseguró que “El Teniente
alberga varios sitios de gran valor patrimonial a nivel nacional, y es fundamental que los
difundamos y exhibamos. Esto es parte de nuestra misión como Fundación y también de
Codelco”.
El programa "Conectándonos con Nuestro Patrimonio" tiene como objetivo conservar,
difundir y valorizar los lugares patrimoniales de nuestra región, como Sewell, la Casa 100 y
la Población Central de Coya, que fue declarada como Zona Típica, y que son el reflejo de
la arquitectura del Centro Sur de Estados Unidos de comienzos del siglo XX.
Nadia Álvarez Canales viajó desde el puerto de San Antonio y se sorprendió con la
arquitectura. “Venir a este lugar a mi edad es un regalo maravilloso. Me sorprendieron los
muebles, la cocina. Todo está tan bien mantenido. Aquí estoy viviendo la historia”.
Para Alberto Morales Castillo, fue “una sorpresa muy linda. Nunca había visto una casa así,
antigua, que esté tan ordenadita y con los elementos que se instalaron cuando se
construyó”.
“Me provoca nostalgia este lugar tan hermoso. Me lleva a recordar cómo habrán vivido
hace casi un siglo. Además, nos recibieron con mucha amabilidad”, agregó Isolina Acuña.
De acuerdo con el Archivo Histórico de Coya, la construcción de la Casa 100 fue aprobada
por la Braden Copper Company el 22 de abril de 1930 para ser la residencia de los
principales ejecutivos de la empresa que buscaban un clima más amable, que el de Sewell
en la pre cordillera, para establecerse con su familia.