Millonario robo de caballos poleros afecta al Concejal Héctor Labbé

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La policía sospecha que los 10 caballos robados en la madrugada del miércoles por una banda especializada, pueden haber ido a parar a algún matadero clandestino santiaguino. La PDI maneja pistas concretas y se investigan las grabaciones de las cámaras  instaladas en el sector y de los pórticos de peaje de salida de Rancagua.

 

Si todos los robos, asaltos o atracos son dolorosos, el Concejal Héctor Labbé sufrió un robo de los que más duelen. No sólo por su valor económico  sino también por su valor emocional. Se trata de su cuadrilla de caballos poleros, deporte que practica con sus hijos y en el que compite representando a Machalí, un grupo de caballos criados por él y con una línea de sangre –pedigrí- que los criadores cultivan para mejorar su raza.

Labbé lo relata en la municipalidad de Machalí, a penas acaba de llegar de trabajar con los funcionarios de la PDI de Rancagua y San Fernando especializados en el delito de abigeato: “Lamentablemente el día 29 de madrugada, mis caballos de polo estaban ahí en el jardín. A las 8 de la mañana llega un trabajador y me dice que faltan caballos. Fuimos a ver qué había pasado y faltaban 10 de los 12 caballos”. 9 eran caballos poleros y uno chilenero.

Banda especialista

Dejaron dos yeguas viejas, que Labbé deduce que no las pudieron hacer saltar los canales por donde sacaron los caballos.  Hay mucho rastro y muchos indicios de la maniobra. El campo de Labbé está en el kilómetro 7 de la carretera del Cobre.

Primero los llevaron a un potrero que da hacia el sur, hacia el río hasta el potrero siguiente y de ahí se fueron por un deslinde hacia el norte, hacia el campo de Hugo Silva, ex miembro de la polémica empresa Caval, y de ahí en un potrero los cargaron en un camión. Las huellas muestran que salieron hacia la carretera del cobre.

Los llevaron “pillados”, laceados. Se dieron cuenta porque hay árboles donde los tuvieron amarrados y quedan restos de pasto donde supuestamente les habrían dado  a comer mientras los robaban. Encontraron un saco con pasto seco para mantenerlos quietos.

Se trata de caballos poleros, habituados a subir a camiones cada semana, cuando Labbé participa en partidos de polo en Requínoa, Machalí o Santiago, o donde haya un torneo importante.

Lamentablemente todos sabemos como está la justicia. Carabineros ni la PDI tiene las facultades para actuar adecuadamente en un caso como esto. Hoy día la protección de la gente, por lo que llaman el garantismo, no se puede hacer casi nada.

Con el dolor de mi corazón, puedo decir que me robaron caballos de incalculable en valor sentimental . Digo con el dolor de mi corazón porque son caballos que he criado y que he ido trabajando su pedigrí por años. Me costó mucho tiempo llegar a tener este tipo de caballo que estaban muy seleccionados.

Labbé hizo la primera denuncia en la PDI, porque ellos trabajan más directamente con el tema de abigeato, que es el delito de robo de animales. La Fiscalía está pidiendo revisar un par de cámaras que hay en el sector de Bombero Villalobos con la carretera de Cobre y otra en la ex Terpel de la misma avenida.

Los policías buscan rastros de camiones capaces de llevar 10 animales que pesan en total entre 5 y 6 mil kilos. También esperan revisar las cámaras de los peajes de salida de Rancagua. No es el primer robo de caballos en la zona. Hace dos semanas en las termas de Cauquenes robaron 16 caballos, y hay otras denuncias de robos similares.

Todos los indicios de los investigadores apuntan a mataderos clandestinos en Santiago como destino final de los caballos robados. La PDI no tiene sospechas mataderos clandestinos en esta región.

Se trata de bandas que no son  de la zona. Labbé, además, está seguro que no se trata de delincuentes de esta zona: “Nosotros somos una familia que llevamos mucho tiempo viviendo aquí. Nos conoce todo el mundo. Yo soy un servidor público, y creo no ser tan malo. La gente nos tiene cariño y también aprecia que damos bastante pega, por ejemplo en el frigorífico que tenemos en el kilómetro7 de la carretera del Cobre. No creemos que nos pase algo así con gente de aquí. Creemos que son bandas de afuera, a lo mejor dateados acá, que los roban para hacerlos carne en mataderos clandestinos”.

El mundo de los poleros es pequeño y son todos amigos. Nadie podría intentar vender estos pingos sin ser descubierto, por que además los caballos son conocidos en el mundillo de polistas. La policía tiene pistas concretas que Labbé no puede revelar.

-Es un mal momento para la seguridad en el país.

-Es un mal momento para todos, desde la señora que le roban el celular en la calle hasta estos atracos en domicilios. Lamentablemente Carabineros no puede hacer mucho tampoco. Tengo que pedirle a mis parlamentarios y a los de otras bancadas que se pongan de acuerdo porque esto no da para más. No puede ser que la gente viva enrejada y electrificada.

-¿Qué opina usted sobre el estado de la seguridad en el país?

-Por un lado el poder judicial está colapsado. Las cárceles están llenas. Yo creo que hay que educar, educar, educar. Si no educamos a la juventud para que pueda vivir sana y en buena lid seguirá pasando todo esto. La única forma es cambiar las leyes. Solo falta que empiecen los secuestros como en Argentina, México, Venezuela.