A Gonzalo López le fue mal la primera vez que emprendió. Tenía 14 años y fue sin permiso a vender pareos a Pichilemu en verano. “No vendí ni uno”, recuerda. “Todavía los tengo por ahí guardados”, agrega. Este fracaso no fue el impedimento para seguir intentando en su afán comerciante. Tras los pareos vendió empanadas, pollo asado, bebidas y queques. Esto le servía para ayudar a costearse los pasajes o la alimentación en su tiempo de estudiante. El sueldo de su mamá, trabajadora temporera, no alcanzaba para grandes lujos. Hoy la situación es otra.
Atrás quedó su pasado en la población Salvador Allende y Villa Cordillera. El emprendimiento de López es conocido en la comuna y lo ha hecho posicionarse dentro de las personas más queridas. Hace un par de meses fue electo concejal y la vida de negocios quedó de lado. Las llamadas para trabajos se cambiaron por las de vecinos que piden favores, a los cuales nunca dice que no. Uno de sus lemas de vida es aprender de los errores, en su vida ha dado muchos pasos en falso, pero recalca que lo más importante es hacer autocrítica de aquello.
Hoy Gonzalo López tiene 33 años. Menciona que su amor por el servicio público lo ilusiona con seguir escalando en el ámbito político y que lo afrontará con las mismas capacidades con las que ha logrado tener éxito y dormir tranquilo por las noches, sobrellevando de buena manera lo que para él hoy es una vida diferente pero que pronto no lo será.
¿Cómo manejas el eterno problema del político que no tiene tiempo para la familia?
– Es una pelea constante, intento ser muy complaciente con mi familia en los tiempos que estoy con ellos. Pero igual me reclaman porque a la once me suena el teléfono y tengo que partir. Todavía no puedo apagar el celular cuando estoy de vacaciones. Ellos me reclaman mucho, pero así es esto. Lo bueno es que fuimos al Valle del Elquí y en ese lugar afortunadamente no tenía señal.
VOCACIÓN DE SERVICIO PÚBLICO
Hoy señal tiene y mucha. El concejal electo de la comuna es seguido por miles de machalinos que a diario se enteran de las problemáticas de carácter social de una comuna que está marcada en la actualidad por la inseguridad. Gonzalo lo entiende muy bien. Sabe que en las calles por las cuales jugó cuando niño en la población Salvador Allende y en la Villa Cordillera, hoy están marcadas por la delincuencia y el tráfico y consumo de drogas.
Cuando empezó a sentir la vocación del servicio público se dio cuenta de estos problemas, y llegó a la conclusión de que un día podía generar actividades para que la gente se olvide de una realidad bastante mezquina en ocasiones, y ese día llegó, y fue el domingo 23 de octubre del año pasado, cuando esperaba los resultados de las elecciones municipales con mucha confianza en que al oscurecer los resultados arrojarían su paso al Concejo Municipal. Y así fue, con el respaldo de 839 votos, que sentenciaron el triunfo del concejal López.
A pesar de su triunfo en las urnas, las sensaciones de Gonzalo López fueron encontradas. Acusó que en la campaña se le hizo mucho daño y que fue por lejos el concejal más atacado. “Mi campaña fue destrozada” señala, además de agregar que por redes sociales hubo una intención de funarlo. “A pesar de lo positivo y negativo de la decisión de entrar al Concejo, lo que más me deja es el aprendizaje. Soy nuevo en esto, pero quiero aprender a ser mejor” comenta.
¿En qué cambió su vida aquel día?
– En un 100%. A partir de ese momento analicé muchas cosas que arrojaron mi dedicación exclusiva al carácter social. Me propuse concentrarme las 24 horas del día en mi rol de concejal. Soy el que tiene más tiempo para andar en terreno. Mi horario siempre tiene prioridad para el servicio público. Esto sin duda que puede traer perjuicios económicos, los cuales no me importan por el amor a lo que hago. La gente piensa que tengo mucha plata, y eso no es así.
¿Qué tipo de machalino se considera?
– Uno más.
¿Pero usted es una autoridad?
– Pero no por eso me debo sentar adelante del resto. La gente me eligió para que yo fiscalizara e intentara velar por el bien de la comuna. Intento informar de lo que pasa, es por esto que en los concejos se me critica por ser preguntón, pero un comerciante es así. Debe saber las cuentas exactas, no sirven las respuestas sobre la hora (…) La gente merece respeto.
¿Cree que la gente piensa que lo ha hecho bien?
– He dejado todo por esta comuna. Una como concejal es bien difícil que deje el legado, porque los aplausos de los triunfos siempre son para el alcalde, ahí está el desafío. Yo no quiero ser un concejal de los tantos que han pasado por esta comuna, quiero hacer las cosas más bien que el resto.
¿Aspirar ser alcalde es el paso natural para un concejal?
– Si eres bueno serás alcalde. Si no, no. De repente hay concejales que cometen el error de pensar que son vitalicios. Uno a lo más puede aspirar a dos ciclos. Cuando resulta, tienes que seguir intentando, de eso se trata.
No es ni siquiera necesario preguntarte si a futuro quieres ser alcalde… la respuesta parece obvia
– Me queda mucho por aprender. Estoy recién empezando en esto y hoy no estoy preparado, uno tiene que entender cuando es su momento. Lo pensaré en su debido tiempo, pero sí me gustaría.
Dos nombres: Juan Carlos Abud y José Miguel Urrutia
– Me dolió que perdiera Juan Carlos, fuimos compañeros de colegio. Considero que ha hecho un trabajo increíble por la comuna. De José Miguel Urrutia puedo decir que tengo una buena relación de trabajo con él.
¿Qué es lo que más le gusta de Machalí?
– Chacayes. Me encanta visitarlo. Intento ir muchas veces con mi familia. La comuna tiene lugares maravillosos, como Sewell, que lamentablemente es más conocido por los extranjeros que por nosotros mismos. La gente de Machalí es muy linda. Por ejemplo, es sabido que hoy están los prejuicios sobre algunas poblaciones, te hablo de los lugares donde me crié. A la (población) Salvador Allende y la Villa Cordillera hoy se le tildan de lugares conflictivos, pero el 99% de la gente es muy buena, solo hay un 1% que la opaca.
¿Tienes problemas en hablar de tu vida personal?
– Para nada, no tengo nada que ocultar. La gente me conoce muy bien. Sabe lo que soy y lo distinto que es mi estilo de vida en comparación al resto, lo más importante de todo es que siempre sea con respeto. Mi vida personal solo contempla a mi madre, mi pareja y mis niños.
¿Qué tan distinto puede llegar a ser este estilo de vida?
– Tengo una familia diferente, porque el tema de la orientación sexual se sigue hablando, pero pronto el debate se terminará y pasará a ser algo normal. Hoy no lo es y por eso todos nosotros debemos tener respeto por los actos que cometemos. La sociedad aún no está preparada, pero estoy seguro que pronto lo estará.
Tú tienes una mayor visibilidad al ser una persona pública, pero para otros es un temor…
– Ahí está el problema. La gente no lo debe ver como un traspié en sus vidas. No pueden deprimirse al pensar en el qué dirán los demás. Si sus señales son distintas hay que manifestarlas siempre con respeto. No es tan necesario andar demostrando a todo el mundo, uno tiene que ser feliz consigo mismo. Si respetan serán respetados.
¿Cómo es su actual situación familiar?
– Felicidad pura, cada día creciendo más. Junto a mi pareja ya llevamos 18 años juntos, estamos más consolidados. Apenas tuvimos la oportunidad de concretar la unión civil lo hicimos, pero no es algo que salimos a la calle a celebrar para hacer ruido con ello. Somos conscientes en aquello y por eso mostramos mucho respeto, esto ha hecho que la gente nos responda de la misma forma.
¿Cuál es el gran sueño de Gonzalo López?
– Los sueños más importantes son que mi familia siempre este bien, que Machalí sea una linda comuna, que el mundo cambie y que no tengan miedo a tener familias tan felices como lo es la mía.